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21 octubre 2006

Inmaculada Echevarria y la eutanasia

Como buitres nos hemos lanzado los periodistas sobre una enferma crónica que, durante estos últimos días ha derrochado sus escasas fuerzas en defender "su derecho a morir dignamente".
Sólo se muere dignamente si se vive dignamente y por tanto considero que la Asociación por una muerte digna -formada por menos de una decena de asociados que se encuentran todos en Madrid- carece de sentido porque se limita a ver donde salta la liebre y acudir corriendo para ser portavoces de personas a las que no conocen y exigir que se acabe cuanto antes con esa vida humana.
Inmaculada Echevarria lleva nueve años sufriendo en cama, once años de enfermedad. Dice que está sola y por eso quiere morir. Probablemente detrás de su actitud haya indicios de depresión, un factor que, por si mismo, debería hacernos mirar el caso con mucha cautela y prudencia porque al espolear el derecho a la eutanasia se podría estar manteniendo una postura semejante a la del viandante que ve a una persona que amenaza con tirarse desde un octavo piso y le grita: ¡Ánimo chaval que estás en tu derecho, estamos contigo!
También las personas que se suicidan están sumidas en un profundo sufrimiento, un sufrimiento tan angustioso que les lleva a adoptar una falsa solución. Físicamente pueden estar muy sanas, incluso con un físico portentoso, pero aún así necesitan la ayuda de un psiquiatra que les ayude a salir del pozo. Una vez superada esa crisis se puede volver a llevar una vida normal y seguir luchando y buscando la felicidad.
Cualquier psiquiatra -y cualquier persona que tenga trato habitual con enfermos- puede atestiguar que hay paralíticos y parapléjicos que, a pesar de sus limitaciones y de su sufrimiento físico, son felices. Tienen el apoyo necesario de familiares, amigos, asociaciones, personal sanitario, etc. y salen adelante.
Lo que necesita Inmaculada Echeverría es un poco de calma, el apoyo necesario, el respaldo de todas las personas que defienden el derecho a una vida digna y que le dejen en paz los que dicen defender una muerte digna que ya podrían dedicarse a exigir una mejora de las carreteras para que no haya tantas vidas que se quedan de forma indigna en las cunetas.
Los médicos saben que no deben prolongar una agonía. En el Hospital de enfermos crónicos de San Rafael en Granada son expertos en la materia y no se debería poner en duda su buen hacer.
Cuando ha Inmaculada le llegue la hora de rendir cuentas los médicos no tomarán medidas para alargar su vida, sin embargo, ahora, si sigue viva, es porque puede seguir luchando y disfrutando si mantiene la ilusión.
A veces se fuerzan los debates de opinión pública y este es uno de esos casos en los que, además de sufrir una grave enfermedad, una persona se ha convertido en instrumento mediático. Resulta sorprendente que se enteren de la intención de la enferma dos periodistas antes incluso que su mejor amigo y su abogado (¿desde cuando un enfermo tiene un abogado?). En fin que todo huele a trama bastante bastante cocinada.

15 octubre 2006

Cambio el periódico por la televisión

He vuelto a la televisión. Desde hace un par de semanas estoy trabajando en Mira Televisión, una cadena local en la que, entre otras cosas, me volcado nada más llegar para mejorar los contenidos informativos.
Me fui con pena del periódico, he de reconocerlo. Sobre todo por los compañeros a los que dejo en una situación delicada y con mucho trabajo por delante.
También he de reconocer que me hacía ilusión volver a la tele, un medio en el que me siento mucho más suelto... como pez en el agua.
Cuando llegué al periódico Granada Hoy me ilusioné con participar en la creación de un buen periódico, el mejor periódico de Granada. En algunos aspectos ese objetivo está conseguido.
Ahora el proyecto de renovación de Mira TV es muy ambicioso y me gusta la idea de participar en el también desde el principio y colaborar en la creación de la mejor televisión local de la ciudad. Con paciencia, sin prisa pero sin pausa, creo que se puede lograr también ese objetivo porque el equipo humano inicial es muy bueno.
Si tuviera que hacer una declaración de principios me centraría en cumplir varios objetivos: hacer televisión de calidad, es decir, trabajar en el medio utilizando todos los recursos que ofrece el medio sin recurrir a la radio o a la prensa televisada; cubrir la información sin dejarse polarizar por las agendas políticas y buscando y respetando siempre la verdad; trabajar para la gente de la calle, siguiendo los intereses de los ciudadanos y no intereses políticos o personales; ir cubriendo objetivos parciales en función de los recursos de la empresa sin ambicionar una programación excesiva para el personal que puede derivar en productos de mala calidad.
Todo muy bonito pero ahora hay que aplicarlo. Hay otras muchas cosas que se podrían decir pero tampoco tengo la intención de ser exhaustivo, entre otras cosas porque sólo en el trabajo diario se pueden ir percibiendo, matizando y fijando los criterios que deben inspirar todas las actuaciones.
Ahora, por ejemplo y como primera medida hay que demostrar que no hacemos información al dictado de nadie, un problema que desacredita a muchos periodistas de la ciudad.

20 septiembre 2006

Manipulación de la información en estado puro

Adjunto la portada y algunos fragmentos de lo que publicó hace ya casi dos años el diario Ideal de Granada. Un ejercicio vil de manipulación informativa orientado a manejar la opinión pública.
Se informó sobre la nueva ley que asimila las parejas de homosexuales a las uniones matrimoniales. Así lo contaron el 1 de octubre de 2004:









Y este es el balance de la situación que hace un mes ha sido resuelto con pequeños breves (adjunto el teletipo de la agencia EFE del día 22 de agosto de 2006):

GRA-ESTADISTICAS-POBLACION
Granada registró 3.873 matrimonios en 2005, sólo 10 de mismo sexo

Granada, 22 ago (EFE).- La provincia de Granada registró un total de 3.873 matrimonios durante 2005, de los que sólo diez correspondieron a parejas homosexuales, mayoritariamente hombres, que pudieron casarse tras la entrada en vigor en junio de la Ley que autoriza los matrimonios mixtos.
De esos diez enlaces, siete correspondieron a parejas formadas por hombres y tres a mujeres, según los datos recabados por Efe del Instituto Andaluz de Estadística.
Del total de matrimonios, en 3.592 los dos cónyuges eran españoles, en 33 los dos extranjeros y en 248 sólo uno de los miembros era foráneo, siendo el tercer trimestre el que más bodas registró, con 1.501.
Según la misma fuente, el año pasado se produjeron en la provincia 9.509 partos, de los que 150 fueron múltiples, y 9.640 nacimientos, siendo los de varones los más numerosos al representar el 51,5 por ciento de los recién nacidos.
En cuanto a los fallecimientos, se registraron 7.437, la mayoría de personas de entre 75 y 84 años y en el primer semestre del año coincidiendo con las temperaturas más bajas, y correspondiendo muchos de ellos a mujeres viudas.

09 septiembre 2006

De errores periodísticos y de errores en la selección de personal

Anteayer cometí el error más grave desde que me dedico al periodismo. La memoria me traicionó. Tomaron posesión 47 funcionarios en el Ayuntamiento y recordé que días antes de irme de vacaciones en junio habían tomado posesión ya otros 47 funcionarios. La misma cifra. Esa coincidencia me llevó a pensar que eran los mismos y así lo consulté a uno de los empleados que trabajan en la Secretaría municipal. Me respondió que ahora ya conocía sus destinos, probablemente porque yo también le confundí a él resultado fue patético porque di por confirmada la reiteración de actos.
Esa noticia estaba destinada a ser una simple foto de la toma de posesión con un comentario al pie, sin embargo la presunta duplicidad gustó a los jefes que me encargaron una crónica reportajeada con tono irónico, y así lo hice.
El día fue complejo y el tema estrella que tenía entre manos era el informe de la Cámara de Cuentas del circo que exigía un estudio profundo de sus 24 folios antes de empezar a escribir.
Ya de noche escribí la crónica de la toma de posesión de funcionarios, sólo busqué la foto del 2 de junio. Eran también 47. Busqué caras iguales, no era fácil y lo justifiqué por los trajes de fiesta y el paso de tres meses de verano.
¡NO ERAN LOS MISMOS!
La rectificación que se publica hoy explica la confusión pero me consta que, con toda la razón del mundo, hay mucha gente muy enfadada en el Ayuntamiento. Lo entiendo, y pido perdón.

Esto de equivocarse es humano y muy duro, que le vamos a hacer. Pensando ayer con pena en los damnificados por mi error y en lo que me ha dolido equivocarme me pregunté si algunas de esas personas se duelen también cuando se enteran de que han cometido un error. Porque hay errores que a veces resultan evidentes en esas selecciones de personal y hay candidatos que sufren graves injusticias que, de una manera u otra, afectan a sus vidas y a sus expectativas.
He visto y he comprobado que los tribunales no siempre son objetivos. Que hay cierta parcialidad en las baremaciones y eso, siento decirlo, es también muy duro.

Si el grave e injusto error sirve para que los responsables de la selección de personal descubran el dolor que puede causar una equivocación, creo que puede tener algo de productivo.

En cualquier caso no le recomiendo a nadie sentir ese vacío que se siente cuando ves una página del periódico que has escrito y que está en la calle y, a la vez, sabes que lo que ahí aparece es erróneo de cabo a rabo.

13 agosto 2006

El factor humano. Errores que pasan factura.

Hace dos días escuché, creo que fue en la Cadena Ser, un informativo en el que el presentador anunciaba que el parlamento Valenciano ha determinado que el accidente del Metro que se produjo a comienzos de julio fue motivado por un error humano del maquinista. El presentador -como es ya habitual en las radios- manifestó que el PP había aprovechado su mayoría absoluta para zanjar la cuestión.
Pensé que efectivamente, se ha procurado zanjar la cuestión con rapidez. Ese error aunque sea humano es muy grave. Hay trabajos en los que equivocarse está casi prohibido, la precisión debe ser absoluta porque de ella dependen otras muchas personas.
En la práctica del periodismo también está casi prohibido equivocarse.
Ayer, sin ir más lejos, el último eslabón de la cadena de Granada Hoy cometió un error grave. El operario de la rotativa equivocó las planchas y puso en la máquina 4 páginas del diario El día de Córdoba en la edición de Granada Hoy. Ver por la mañana el periódico daba mucha lástima, tanto esfuerzo de tanta gente quedó deslucido por un error tan insulso.
Un personaje importante lo manifestó de forma clara: "Estas cosas son las que tiran por la borda el esfuerzo realizado en los últimos tres años". Creo que tiene parte de razón aunque hay que matizarlo.
Todo el mundo sabe que errar es humano y que una cosa así sólo puede ocurrir por error.
Me parece que el peor error ha sido no pedir perdón a los lectores en la edición de hoy. Lo habrían comprendido, habrían resuelto las dudas que ayer surgieron cuando vieron secciones impropias del periódico y recordarían ese suceso como un acontecimiento divertido. La imagen del periódico no creo que se hubiera resentido por pedir perdón a los lectores.
Por cierto hay un detalle más que me hizo gracia. Casi tres años después de salir a la luz, ayer se atendió una de las más reiteradas solicitudes de los lectores, la publicación del horario de misas en la ciudad... el problema es que fue en la sección de agenda y los datos correspondían a Córdoba.

11 mayo 2006

Periodismo, presiones electorales y la dignidad de los profesionales de la información

No quería hacerlo, pero al final no me queda más remedio que meterme en este berenjenal. No bajan las aguas claras entre el sector político granadino y, los medios de información están bastante contaminados. No es necesario que argumente mucho esta afirmación porque son muchos los ciudadanos que, desde hace años, vienen alertando de esta evidencia. El periodista debería ser un profesional de raza, entendiendo como tal a una persona que trabaja en los medios por vocación, y vocación de fuerte carácter social y de servicio.
Un periodista de raza es aquel que no se deja influir por las presiones políticas. Que sabe mantenerse al margen de los intereses partidarios. Que informa sobre todos los temas que interesas a la sociedad en la que vive.
Un periodista de raza es el que busca la verdad detrás de cada historia y no se doblega a la hora de informar.
Un buen periodista puede y debe tener una relación cercana y fluida con los políticos pero nunca tan comprometida como para poner en peligro su libertad de expresión y sobre todo, el derecho de las personas a estar informadas con rigor.
Todo esto es muy bonito pero la realidad es que el mundo del periodismo se ha deteriorado tanto que esos periodistas, al menos en Granada, no existen, y siento tener que decirlo.
La información se cocina y mucho. Hay un amplio grupo de profesionales de los medios que se han convertido en cocineros y cocineras de noticias. Suelen ocupar cargos de responsabilidad en las redacciones. No salen mucho a la calle y tienen un marcado sesgo político. Ponen titulares en las informaciones de los redactores que están a su cargo antes incluso de que se produzcan los acontecimientos o las declaraciones. Juegan con los espacios y los tiempos. Aprovechan al máximo la rentabilidad que puede deparar una información al generar un impacto importante en la opinión pública.
No llegan a asumir la dramática máxima de “No dejes que la realidad te estropee una buena noticia” pero sucumben a diario en otra más sibilina pero igual de maligna: “No dejes que la realidad reste fuerza a tu gran titular”.
La presión que ejercen en los plumillas es fuerte. Tanto que para un buen periodista de raza resulta insoportable. De esa forma, durante los últimos tiempos los buenos periodistas han sucumbido o se han retirado para dedicarse a otros menesteres. Y así le luce el pelo a la profesión en esta ciudad y en buena parte de la geografía española.
Todo esto que cuento es muy fuerte. Se puede matizar, lógicamente, y hay aspectos que no están tan mal como puede parecer tras esta descripción. Sin embargo, negarlo sería mentir, y eso no está bien.
Con la proximidad de las elecciones municipales (queda un año) los partidos han ido tomando posiciones, la actividad se ha multiplicado, todos quieren salir mucho y bien. Es lógico. Pero la presión, las llamadas, los favores, entran en escena. Los palos, las interpretaciones y los enfrentamientos pasan a un primer plano y ahí, los cocineros, se ponen las botas a costa de la mermada honradez de los redactores que tienen a su cargo.
Se mezcla la opinión con la información y entonces se puede llegar a defender como a verdaderos y auténticos profesionales de la información a personas que no se limitan a informar sino que hacen causa propia los asuntos que abordan. Tan ridículo es defender como periodista de la información a Federico Jiménez Lozanitos (COPE) como al más cercano Agustín Martínez (SER Granada) los dos se ceban calificando como les brota a los diferentes políticos o responsables sociales en el tiempo consagrado a la información pura y dura.
También los jefecillos de las redacciones quieren su cuota de poder y no dudan en dejar su sello en las noticias. Hacen del periódico diario su peculiar batalla diaria y satisfacen rencillas personales y piques con matices y enfoques que saben que escocerán a sus víctimas.
Locutores locales frustrados porque les habría gustado ser locutores nacionales pero no les reconocen ese mérito.
Directores de medios que querrían ser jefes de gabinetes de ministros, o de consejeros.
Jefes de sección que querrían ser jefes de prensa de ayuntamientos.
Redactores jóvenes que querrían ser buenos periodistas pero que se encuentran atados de pies y manos porque tienen que satisfacer los intereses de sus jefes que, a su vez, necesitan hacer méritos ante sus mentores para llegar a ese puesto tan ansiado en el que luego se deprimen porque quieren conseguir desde allí que los periodistas traten las noticias como Dios manda, es decir, como a ellos les gustan.
No es fácil encontrar la solución a este desequilibrio pero habrá que buscarla.

08 mayo 2006

Atropello en Puerta Real

Esta misma mañana un autobús urbano ha atropellado a un señor de 65 años en plena calle, en el centro de Granada, en Puerta Real.
Espero que el pobre hombre se recupere aunque parece que el accidente ha sido muy aparatoso. Pienso en los conductores de la Rober y me dan escalofríos. Es cierto que algunos son un poco bruscos en el trato y en la conducción pero la realidad es que los que se encargan de la línea 6, la que utilizo a diario en varias ocasiones, son todos amables. No los conozco personalmente pero el contacto diario y el saludo de rigor ha hecho que nos estimemos mutuamente.
Incluso hay uno de ellos que un día no tenía cambio y me dejó a deber un billete para que se lo pagara al día siguiente.
El caso es que hoy, en Puerta Real, estamos de duelo por el suceso que ha empañado la alegría que caracteriza a esta plaza.
Los conductores de autobús están sometidos a una fuerte presión porque deben cumplir los horarios. La gente en Puerta Real, un lugar que debería ser totalmente peatonal por su ubicación en la ciudad, tiene tendencia a invadir la calzada y, muchas veces, los turistas no son conscientes del riesgo que supone acercarse a la calzada cuando están pasando los autobuses.
Habría que idear un sistema que permitiera reducir el tráfico de autobuses por ese lugar. Es difícil, pero el creciente proceso de peatonalización del centro lo está pidiendo a gritos. No es normal que por Gran Vía, Reyes Católicos y Puerta Real pasen casi todas las líneas de la ciudad. Hay rutas alternativas que deberían explotarse y dejar más despejado el terreno en el centro.

24 abril 2006

El fútbol de los pobres y los goles de Martin

Hoy sólo quiero contaron una anécdota que me ocurrió hace algunos días en esta ciudad nuestra. Todos los viernes un buen grupo de periodistas constituidos en peña futbolística jugamos un partido a la hora del almuerzo. Solemos jugar siete para siete en un campo de césped artificial. No hay estrellas, ni galácticos pero los partidos suelen ser muy disputados y hay enfrentamientos que, cuando acaba el partido, se resuelven sin problemas. Juegan periodistas conocidos como Rafa Lamelas, Quico Chirino o Ignacio Wilhelmi, entre otros.

Sin embargo el otro día no estabamos 14. Faltaba uno. Un joven negro estaba en la banda del campo y le invitamos a entrar en el campo. Llevaba una camiseta con una jirafa y el nombre de Kenia impreso en la parte trasera. Se llamaba Martin y calzaba unas zapatillas anchas con unos calcetines negros. Empezó a jugar y, a los 3 minutos nos pidió permirso para jugar como siempre lo había hecho... descalzo.

No queriamos hacerle daño y se lo advertimos (muchos llevabamos botas de tacos) pero le quitó importancia.

Ganó el equipo de Martín, marcó siete goles. Nos demostró que todo, incluso lo que consideramos imprescindible, puede llegar a ser accesorio e innecesario. Gracias Martin por los goles y por la lección. Cuántas veces ha centrado el protagonismo de esos partidos las nuevas botas de fulanito, o los petos de colores, o la camiseta último modelo de zetanito. Lo dicho, gracias Martin, y si lees esto no lo dudes, vuelve que tendrás sitio en el campo aunque estemos 14.