¿Diesel o gasolina?

Ayer, acostumbrado como estoy a ponerle gasolina a la moto, cometí el error de ponerle gasolina al coche... que usa diesel. Armé un buen follón hasta que logré que en el taller sacaran del depósito los diez litros que eché antes de darme cuenta del estropicio. La broma multiplicó, en esta ocasión, el valor de la gasolina por tres.
Lo curioso es quel gruista, mientras me llevaba al taller reconocío que el hace unos meses tuvo el mismo problema... y tuvo que avisar a otra grúa. Los dos empleados de la gasolinera, que se portaron muy bien soportando mi torpeza sin hacer sangre, también reconocieron que habían pasado por la misma situación en sendas ocasiones. Cuando llegué al taller los tres mecanicos que me atendieron me explicaron sus experiencias por el mismo motivo y entonces, me pregunté:
¿Por qué las asociaciones de consumidores no exigen que los fabricantes de coches y las gasolineras se pongan de acuerdo para evitar que eso ocurra con tanta frecuencia? Sería tan sencillo como diseñar boqillas especiales para cada combustible.
Ya lo hicieron, si no me equivoco, cuando se implantó la gasolina sin plomo y funcionó. Les animo a seguir ese ejemplo.
De todas formas, reconozco que el error fue mio, vaya a pensar alguien que me estoy justificando.

Ya estamos de vuelta

He regresado a la calurosa ciudad de Granada y me la he encontrado igual que la dejé hace un mes con casi las mismas polémicas y enfrentamientos aunque quizá un poco más enconadas. Es una pena que los grandes proyectos no avancen en Primera Clase como lo hacen nuestros políticos cuando van fuera.
Las vacaciones son una buena ocasión para revisar con detalle los avatares del día a día. Sin duda, este "estar de vuelta" no es sólo una cuestión temporal sino que mentalmente también el regreso supone una variación sobre la partida hace 30 días. Muchas cosas se ven diferentes cuando no estas sometido a la presión diaria.
En fin que, de momento, para no meter la pata, sólo quiero deciros que estoy de vuelta.
Aprovecho para dar la bienvenida a mi pequeño sobrino, Álvaro, que comenzó a pasar calor en Jaén el jueves pasado por la tarde. Ya de dedicaré una entrada en su momento, cuando nos presenten.

El descanso del guerrero

Todo el mundo tiene derecho a unos días de descanso y yo durante estos días esto en pleno pirineo tomando aire fresco. Cuantas cosas se aprenden cuando uno puede permitirse el lujo de distanciarse del lugar en el que pasa la mayor parte del tiempo y poner tierra de por medio para "olvidar" durante unas semanas los problemas cotidianos.
Granada tiene mucho que enseñar pero también debería aprender de otros lugares y otras gentes que han sabido resolver problemas parecidos a los que se enfrenta la ciudad de la Alhambra.
En 1931, en pleno pirineo, unos locos y ambiciosos aldanos idearon la creación de un tren de cremallera que une la localidad de Ribes de Freser con el Val de Nuria salvando un desnivel de 1.200 metros con un tren que realiza un recorrdido de más de 10 kilómetros. Fue difícil, muy difícil por la compleja orografía y porque no había carretera. Todavía hoy es el único medio de transporte entre esos dos parajes.
Tardaron sólo tres años en construirlo. ¿Qué tenían estas gentes que no tengan los granadinos para poner en marcha y desarrollar un proyecto de esa envergadura?