03 julio 2006

El descanso del guerrero

Todo el mundo tiene derecho a unos días de descanso y yo durante estos días esto en pleno pirineo tomando aire fresco. Cuantas cosas se aprenden cuando uno puede permitirse el lujo de distanciarse del lugar en el que pasa la mayor parte del tiempo y poner tierra de por medio para "olvidar" durante unas semanas los problemas cotidianos.
Granada tiene mucho que enseñar pero también debería aprender de otros lugares y otras gentes que han sabido resolver problemas parecidos a los que se enfrenta la ciudad de la Alhambra.
En 1931, en pleno pirineo, unos locos y ambiciosos aldanos idearon la creación de un tren de cremallera que une la localidad de Ribes de Freser con el Val de Nuria salvando un desnivel de 1.200 metros con un tren que realiza un recorrdido de más de 10 kilómetros. Fue difícil, muy difícil por la compleja orografía y porque no había carretera. Todavía hoy es el único medio de transporte entre esos dos parajes.
Tardaron sólo tres años en construirlo. ¿Qué tenían estas gentes que no tengan los granadinos para poner en marcha y desarrollar un proyecto de esa envergadura?

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