23 abril 2007

La presentación de la candidatura de Lola Ruiz Domenech

Estuve el miércoles pasado en la presentación de la candidatura a la alcaldía de Lola Ruiz Domenech a la alcaldía de Granada que tuvo lugar en un saloncillo del Carmen de la Victoria que no es que se quedara pequeño sino que se quedó minúsculo. Allí había bastante gente, unas 150 o 200 personas, que abarrotaron el lugar. Como he hecho con los otros candidatos expongo aquí las impresiones que me causó aquel acto.
Me pareció que la gente de la coalición de izquierdas está satisfecha con el trabajo realizado durante los cuatro años de oposición. De hecho repite más gente del grupo de IU que del PSOE (y eso que sólo tienen dos concejales). ¿Hay posibilidades de que alcancen el tercer concejal? Yo tengo la impresión de que si eso dependiera sólo del trabajo realizado se lo merecen a costa del PSOE. Pero las elecciones son más complejas de lo que parecen. En cualquier caso no descarto que se produzca alguna sorpresa favorable para IU.
Me causó una impresión dantesca Pedro Vaquero y sus dos citas antagónicas que a pesar de ser graciosas resultaron ridículas y fuera de lugar. Me causó una impresión peor el señor Ríos que se auto proclamó relleno en la lista (y eso que no va el último). Me resultó efectista la presencia de Kim Pérez en la lista, ejerciendo un papel de mujer florero que no debería ni pretender ni consentir.
Lola estuvo en su línea. En algún momento hizo gestos de desplante a su eterno compañero de lista que no estuvieron muy bien porque le echó la culpa de las apreturas y de que no estuvieran en un lugar mejor para presentar la lista como si de repente le fallara el subconsciente.
Las propuestas de IU son en algunos casos inteligentes, en otros son ambiciosas, en otros ridículas y siempre, o casi siempre, son utópicas. La lista apunta a recuperar la gestión de la política medioambiental del municipio y, la verdad, viendo la lista y la gente que la compone, me da cierto reparo porque hay gente a la que he visto trabajar y por desgracia ni su única ni su principal motivación en el trabajo en la conservación del medio ambiente. Más bien se dedicaron cuando pudieron a gestionar sus intereses personales y los de sus amigos concediendo licencias de bares y pubs a sus amigos y allegados. En fin. Hay gente buena y sincera en el partido pero también hay algunos parásitos, que en política parece mentira pero en todas partes cuecen habas.
Por cierto, la presentación de Luis García Montero y la descripción de su idilio con la política me pareció entrañable. Le da un toque exótico a la política que con frecuencia se echa de menos.

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