Garcia-Royo y la patada en el culo

Se descolgó ayer con unas declaraciones contundentes el concejal de Urbanismo de Granada Nino García-Royo. Dijo que su salida de la lista para las próximas elecciones municipales es "una patada en el culo".
Conozco desde hace unos años a García-Royo y durante bastante tiempo hemos tenido un trato casi diario. Hay que agradecerle el trabajo que, junto al resto de corporativos, ha hecho en el Ayuntamiento. Ha trabajado bien.
Sobre su salida de las listas tenía ciertas dudas hasta hace unos día. Se sabía que se iba a quedar fuera pero no se sabía si eso era un acierto o un error. Ahora ha quedado claro, gracias a García-Royo, que ha sido un acierto... y lo siento sinceramente por él. Su reacción arroja luces sobre la visión individualista y desproporcionada que el edil de Urbanismo tiene de si mismo y de su gestión.
La gente valora de forma positiva -en general- las obras y reformas que se han hecho en la ciudad pero esas actuaciones no las personalizan en un concejal, se atribuyen a un equipo, a una institución.
El señor García-Royo debe saber que su voz será amplificada durante los próximos días por personas que hasta hace poco consideraba enemigos. Le utilizarán para perseguir sus objetivos y dentro de 40 días -pase lo que pase- le ignorarán.
También debe saber que los que ahora parecen sus enemigos serán los únicos que algún día podrán ayudarle si quiere seguir dedicándose a la política, siempre y cuando sepa tragarse su orgullo durante estos duros momentos.
Es verdad que el tiene su trabajo, su honra, su salida airosa al margen de la política, pero en ese caso la pregunta es: ¿merece la pena tirar por tierra la imagen de buen gestor para cambiarla por la imagen de individualista, crítico, desleal y mal compañero?
Para el Partido Popular este es el momento más delicado de la precampaña electoral en la capital granadina. Nino lo sabe. Si vuelve a calcular mal e intenta hacer el daño que se cree capaz de hacer se dará cuenta de que vuelve a calcular mal y en lugar de hacer daño provocará un esperpento que ya ha iniciado y que destrazará su imagen pública, justificará su salida por la puerta de atrás y no afectará tanto como el cree.
Espero que, por el bien de Nino, al que estimo mucho, sepa reaccionar con cordura, a pesar de lo difícil que es mantener la cordura en una situación como la que se encuentra.

Como primera medida Nino ha conseguido que vuelva a escribir en este blog y me comprometo a no abandonarlo durante las próximas semanas, a ver si esta vez lo cumplo.