Estuve el viernes en la presentación de la candidatura de Javier Torres Vela a la alcaldía de Granada en la que también estuvo, como gran invitado, el presidente de la Junta de Andalucía. El acto fue menos emotivo que la presentación del candidato que se celebró en el mismo lugar hace tan sólo unos meses. Me llamaron la atención varias cosas. Me resulta raro el miedo a emplear la sala Federico García Lorca, la grande, la de 1.200 personas en lugar de esa pequeña tan fácil de desbordar (sobre todo estando presente el presidente de la Junta). Me llamó la atención la ausencia de algunos importantes candidatos socialistas a alcaldías del área metropolitana. Me llamó la atención el tono autoexculpatorio reiterativo que empleo el presidente Manuel Chaves porque me pareció ver entre líneas en ese discurso cierta conciencia de culpa por el escaso avance experimentado por la ciudad. Me llamó la atención que Torres Vela exigiera tanto al presidente de la Junta e incluso advirtiera ya de que luchará contra la Junta aunque evite llegar a la confrontación. Me llamó la atención de forma positiva que el tono respetuoso y elevado de Torres Vela siga siendo uno de los garantes de su campaña y su forma de ser. Me llamó la atención que Chaves reivindicara como características de los andaluces su simpatía, y que el hecho de ser personas agradables y poco dadas a los enfrentamientos pero lo hiciera enfadado y dando gritos. Me resultó curioso ese "lapsus" en el que el presidente Chaves llegó a asegurar que "el problema del terrorismo no preocupa a los ciudadanos andaluces" para tener que corregirse inmediatamente. Resultó curioso que Manuel Chaves se comprometiera "a luchar y trabajar por Granada si tu eres el alcalde, Javier". Muchos, sin ninguna mala intención nos preguntamos sobre la marcha: ¿y si el no es el alcalde, qué va a pasar en Granada?
El presidente, D. Manuel Chaves, estuvo desafortunado en todos y cada uno de los condicionales que empleó porque una cosa es alabar la sintonía que puede haber para trabajar en el futuro y otra es lanzar amenazas o poner condiciones al desarrollo futuro de la ciudad.
Fue un acto rico en contenido y que me provocó una cascada importante de impresiones, en ese sentido fue un acto "impresionante". Aquí he plasmado a vuela pluma algunas de esas percepciones. Espero, conforme vaya asistiendo a actos de naturaleza parecida que se irán sucediendo durante las próximas semanas, ir aquí explicando como veo las cosas. Por si a alguien le interesan.
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5 comentarios:
Desengáñate Rafa, los políticos utilizan las instituciones para la batalla política, no para servir a los ciudadanos: están endiosados y se creen "el no va más". Ha bría que empezar una campaña cívica para quitar importancia a esta gente y colocarlos en su sitio: funcionarios a sueldo de los ciudadanos para su servicio. Todo eso de encarnar ideales, regiones o lo que sea no es más que tiranía populista, no democracia.
Yo también estuve en ese acto de presentación. Pero a diferencia de Rafa, lo que a mi me llamó la atención fueron las propuestas que se lanzaron. Torres Vela demostró tener las ideas claras, conocer los problemas y necesidades de la ciudad y tener respuestas previstas. Y el respaldo de la Junta nos asegura que muchas de ellas se convertirán en realidades que aseguren el crecimiento y progreso de nuestra ciudad, colocando a Granada en el lugar que se merece.
Estoy de acuerdo contigo Anónimo en que lo que hacen falta son políticos que se impliquen con la ciudad y deseo sinceramente que los resultados electorales nos deparen un grupo de gestores que trabajen por fin por modernizar nuestra tierra. Torres Vela es buena gente sí, es inteligente pero te recuerdo que durante más de tres años ha sido -y sigue siendo- el director de la comisión de infraestructuras del Congreso de los Diputados. No es necesario que enumere las carencias de la provincia ¿verdad?.
La obligación de la Junta es respaldar a todos los andaluces, respaldar a Granada, gane quien gane, no lo olvides eso tampoco.
Hay grandes socialistas. Pero también hay algunos que se han dormido en los laureles y han dejado de trabajar por el pueblo y eso debe corregirse, o castigarse. La democracia es así de dura pero es que resulta que si no es así de dura es porque no es lo suficiente mente madura.
Ya se que es el presidente de la Comisión de Infraestructuras del Congreso, y que desde hay se ha dado un impulso a la ejecución de las autovías granadinas (Granada-Motril, y Autovía de la Costa) porque al paso que iban no las iban a ver terminadas ni mis nietos. Tratando de autovías, de ahí ha salido una propuesta que nos unirá con Córdoba y Badajoz. Y si hablamos de ferrocarriles, pues hemos pasado de tener un trenecito a que se esté convirtiendo en realidad el Ave, con sus más y sus menos, pero estaremos entre los que lo tienen, que digo yo que de algo nos servirá cuando queremos darle tanta importancia al turismo.
Respecto a los políticos en general, tanto socialistas como populares, tengo clara una cosa, no todos son iguales, los hay que están de paso con sus buenas intenciones, los que vienen a ver lo que pueden sacar, y los que traen bajo el brazo un proyecto de ciudad. Sinceramente creo que desde Jara no teníamos una oportunidad como esta. Se que las comparaciones son odiosas, pero creo que tanto Jara como Torres Vela serán los dos alcaldes que le den a Granada el impulso que necesita para situarse en el nivel que le corresponde. El resto han cubierto etapas, han hecho cosillas por la ciudad, han tenido aciertos y cometido errores… y algunos como señalas hasta se han dormido en los laureles.
Francisco haces una valoración muy buena de Torres Vela, espero que le conozcas bien y tengas razón porque sería una gozada tener un buen alcalde de verdad. Hablar de la dificultad de hacer comparaciones en política y he de reconocer que he estado tentado en más de una ocasión de establecer una comparativa entre "los dos Torres" pero es tan complicado y puede ser tan injusto que todavía no me atrevo. Igual algún fin de semana, con tiempo para trabajarlo bien, lo intento. Igual hay ha gente que le pueda interesar. No adelanto nada si digo que los dos tienen cosas muy buenas, y también tienen cosas malas. Pero los dos son más buenos que malos.
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